Nuestra atmósfera está cada vez más “sedienta” y por ello las sequías son 40 % más intensas, indica un estudio de Oxford

Un estudio internacional liderado por la Universidad de Oxford, halló que la creciente "sed de la atmósfera" terrestre está empeorando las sequías, haciéndolas más extremas y más extensas.

Sequia agua
Las sequías no sólo las provoca la ausencia de precipitaciones: incluso en zonas con lluvias, la Demanda Evaporativa Atmosférica (AED), actúa como una esponja invisible provocando estrés hídrico

La sequía es uno de los desastres más complejos que afectan al ambiente, a las economías y a las poblaciones de todo el mundo.

De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), las inundaciones han sido el tipo de desastre más frecuente, representando el 44 % de estos a nivel global entre 2000 y 2019, en tanto que las sequías han sido sólo el 5 % de los desastres en el mismo período, quedando por detrás de los desastres causados por inundaciones, tormentas, terremotos, temperaturas extremas y deslizamientos de tierra. Pero si analizamos el número de gente afectada, el primer lugar lo siguen ocupando los desastres por inundaciones, con 1.650 millones de personas afectadas entre 2000 y 2019, seguido muy de cerca por las sequías, con 1.430 millones de personas afectadas (y eso que representan sólo el 5 % de los desastres).

Balance negativo

Un trabajo internacional realizado por universidades y centros de investigación del Reino Unido, España, Estados Unidos, Arabia Saudí, Bélgica y Alemania, publicado en el último número de la revista Nature, halló que la creciente demanda de agua de nuestro planeta ha hecho que las sequías en todo el mundo sean alrededor de un 40 por ciento más graves.

Sequias desastres
Si bien las sequías son el sexto tipo de desastres por ocurrencia (5 %), son el segundo tipo de desastres en afectación de personas (35 %) a nivel global

Todos asociamos las sequías a la falta de lluvia. Si bien la definición de sequía la UNDRR indica que es un “período de clima anormalmente seco caracterizado por una deficiencia prolongada de precipitaciones por debajo de un cierto umbral en una zona extensa y durante un período superior a un mes”, aún se pueden dar sequías en zonas de lluvias. Es que en ocasiones, la atmósfera suele exigir más agua del suelo, los ríos y las plantas, provocando sequías repentinas (pocas semanas) o sostenidas (de meses a años). Este estudio halló que es la atmósfera misma quien está exigiendo cada vez más agua del suelo, los ríos y las plantas.

Mediante el desarrollo de un conjunto de datos globales de alta resolución sobre sequías entre 1901 y 2022, los científicos encontraron una tendencia creciente en la severidad de las sequías en todo el mundo, causadas por un factor clave: la demanda evaporativa atmosférica (DEA), que es la influencia atmosférica en la desecación del paisaje o, dicho en palabras sencillas, la “sed de la atmósfera”.

Sed de la atmósfera

La DEA influye en la evolución reciente de la magnitud, frecuencia, duración y extensión del área de las sequías. Los resultados del estudio sugieren que la DEA ha aumentado la gravedad de la sequía en un 40 % de media a nivel mundial. No solo las regiones típicamente secas se están volviendo más secas, sino que también las zonas húmedas están experimentando tendencias de sequía. Durante 2018-2022, las zonas en sequía se han ampliado un 74 % en promedio, comparándolos con el período de 1981-2017, y las DEA han contribuido al 58 % de este aumento. El año 2022 fue récord, con un 30 % de la superficie terrestre mundial afectada por sequías moderadas y extremas, el 42 % de las cuales se atribuyó al aumento de las DEA.

sequia arbol
Las sequías tienen múltiples impactos negativos en la sociedad y el medio ambiente, incluyendo pérdidas económicas, problemas de salud, destrucción de ecosistemas y alteraciones en la agricultura.

Los científicos destacan que la DEA desempeña un papel cada vez más importante en la provocación de sequías graves y que es probable que esta tendencia se mantenga en futuros escenarios de calentamiento.

Hasta ahora, mediante modelos los científicos sabían que la DEA era importante analizando modelos, pero no habían medido su impacto global utilizando datos de observaciones, lo que hacía más difícil predecir y prepararse para las sequías.

Prepararse para un futuro incierto

Según Justin Sheffield, de la School of Geography and Environmental Science, University of Southampton (UK) y coautor del estudio, la DEA "actúa como una esponja invisible que absorbe la humedad más rápido de lo que se puede reemplazar, lo que puede aumentar el estrés hídrico, especialmente en las plantas".

“A medida que el mundo se calienta debido al cambio climático, la DEA está aumentando, lo que está provocando sequías más graves incluso en regiones húmedas.” Justin Sheffield, University of Southampton (UK)

Esta creciente sed atmosférica tendrá seria injerencia en el clima del futuro, especialmente sobre regiones ya vulnerables a la sequía, como África, Australia occidental y meridional, Europa Mediterránea y el suroeste de Estados Unidos, donde la AED fue responsable de más del 60 % de la severidad de las sequías en las últimas dos décadas.

Sequias presas
Las sequías pueden afectar significativamente la gestión de presas, reduciendo su capacidad para almacenar agua y comprometiendo el suministro de agua para consumo humano, agricultura y producción de energía.

"Ignorar la importancia de la DEA significa subestimar el riesgo de sequías", concluye el estudio. Por ello es imprescindible pensar cómo las ciudades, los agricultores y los ecosistemas podrán adaptarse a un mundo donde la atmósfera exige constantemente más humedad.

Referencia de la noticia:

Gebrechorkos, S.H., Sheffield, J., Vicente-Serrano, S.M. et al. Warming accelerates global drought severity. Nature (2025).